Crítica — Caja de resistencia: Retrato de un cineasta al que no permitieron filmar
Concha Barquero y Alejandro Alvarado realizan un sugerente recorrido por los proyectos truncados del cineasta maldito Fernando Ruiz Vergara.
Marla Jacarilla
11 de septiembre 2025

Caja de resistencia
Año 2024
País España
Dirección
Concha Barquero
Alejandro Alvarado
Guion
Concha Barquero
Alejandro Alvarado
Producción
Azhar Media
Alvarquero
Blablabla Media
Reparto
Fernando Ruiz Vergara
Concha Barquero
Alejandro Alvarado
Fotografía Raquel Fernández Nuñez
Montaje
Concha Barquero
Alejandro Alvarado
Música Paloma Peñarrubia
Distribución Azhar Media
Duración 99 minutos
Fecha de estreno 12 de septiembre de 2025
Género Documental
Sinopsis
‘Caja de resistencia’ se adentra en la vida y obra de Fernando Ruiz Vergara, director del polémico documental ‘Rocío’, cuya exhibición pública fue prohibida por el Tribunal Supremo en 1984, cuando Franco llevaba 9 años muerto y España estaba ya –supuestamente– en democracia.
Caja de resistencia
Año 2024
País España
Dirección
Concha Barquero
Alejandro Alvarado
Guion
Concha Barquero
Alejandro Alvarado
Producción
Azhar Media
Alvarquero
Blablabla Media
Reparto
Fernando Ruiz Vergara
Concha Barquero
Alejandro Alvarado
Fotografía Raquel Fernández Nuñez
Montaje
Concha Barquero
Alejandro Alvarado
Música Paloma Peñarrubia
Distribución Azhar Media
Duración 99 minutos
Fecha de estreno 12 de septiembre de 2025
Género Documental
Sinopsis
‘Caja de resistencia’ se adentra en la vida y obra de Fernando Ruiz Vergara, director del polémico documental ‘Rocío’, cuya exhibición pública fue prohibida por el Tribunal Supremo en 1984, cuando Franco llevaba 9 años muerto y España estaba ya –supuestamente– en democracia.
En el año 2021, Concha Barquero y Alejandro Alvarado estrenaron Descartes, un cortometraje documental que ponía el foco en uno de los cineastas malditos del panorama español: el andaluz Fernando Ruiz Vergara. Ruiz Vergara dirigió en 1980 Rocío, primera película secuestrada judicialmente en España durante la democracia. El censurado documental retrata la Romería de El Rocío, pero también habla sobre la represión franquista y los asesinados en Almonte tras el golpe militar de 1936, poniendo nombre y apellidos a los autores de la masacre. En 1984, el Tribunal Supremo sancionó al director y prohibió la difusión pública del filme, truncando así su carrera. Tras este suceso, Ruiz Vergara acabó autoexiliándose fuera de España y no volvió a dirigir más películas, pero eso no quiere decir que no lo intentara.
Tres años después de Descartes, Concha Barquero y Alejandro Alvarado continúan su investigación sobre el legado de Ruiz Vergara con Caja de Resistencia, un filme que reflexiona a base de esbozos, apuntes, documentos varios e imágenes de archivo, sobre lo que podría haber sido toda esa obra que Ruiz Vergara nunca llegó a filmar. La vida de Ruiz Vergara, sin duda alguna, da para una película y para mucho más. En los años setenta se fue a Portugal y vivió de primera mano las luchas y reivindicaciones de la izquierda durante la Revolución de los Claveles. Allí formó parte del CIC (Centro de Intervenção Cultural) y documentó la campaña política de Otelo Nuno Romão Saraiva de Carvalho, candidato a la presidencia y fundador del partido socialista Força de Unidade Popular. Pero el activismo y las inquietudes de Ruiz Vergara le impedían dedicar su tiempo a una sola actividad. Tras la muerte de Franco regresó a España, aunque a lo largo de su vida viajó constantemente y formó parte de diversos colectivos activistas que utilizaron el cine como herramienta de transformación social. Con el Equipo de Cine Andaluz intentó realizar el cortometraje Guadalquivir, y también intentó sacar adelante un proyecto expositivo y de recuperación de la memoria histórica para homenajear a las víctimas de la Guerra. Ruiz Vergara murió en 2011 en Escalos de Baixo (Portugal), cuando contaba con 68 años, pero Concha Barquero y Alejandro Alvarado pudieron conocerle y entrevistarle un año antes de su fallecimiento. En la entrevista, que forma parte del filme, descubrimos que Fernando, más que un cineasta –que también–, era un activista por la democracia, alguien que luchó por visibilizar las injusticias y que reivindicó los derechos de minorías desfavorecidas allá donde estuvo, ya fuese en el Portugal de la dictadura de Salazar o en la España de la transición.