Crítica — El final de El cuento de la criada: Un elogio a la resistencia
Al inicio del penúltimo episodio de ‘El cuento de la criada’ suena “Look What You Made Me Do”, de Taylor Swift, mientras un grupo de criadas, lideradas por June Osborne (Elisabeth Moss), se dirige, por fin, a destruir de una vez por todas Gilead, la dictadura que las ha violado y torturado repetidamente durante años. La elección de la canción y la realización de la escena —a cámara lenta— pueden parecer un detalle menor, pero simbolizan uno de los males que ha arrastrado a la serie desde su primera temporada: convertida en un referente del feminismo pop, a menudo se ha quedado atascada en una espectacularidad que ha ido en detrimento de la narración.
El cuento de la criada
(The Handmaid’s Tale)
Año 2017 - 2025
País Estados Unidos
Dirección
Varios
(Mike Barber
Elisabeth Moss)
Guion Bruce Miller
Producción
MGM Television
Daniel Wilson Productions, Inc.
The Littlefield Company
White Oak Pictures
Toluca Pictures (para Hulu)
Reparto
Elisabeth Moss
Yvonne Strahovski
Joseph Fiennes
Ann Dowd
Max Minghella
Bradley Whitford
Fotografía Colin Watkinson
Montaje
Wendy Hallam Martin
Chris Donaldson
Música Adam Taylor
Distribución HBO Max
Duración Entre 45 y 60 minutos
Fecha de estreno 26 de abril de 2017
Sinopsis
En un futuro distópico, en la dictadura teocrática de Gilead, las mujeres fértiles son obligadas a vivir como esclavas sexuales y a engendrar los hijos de sus amos.
El cuento de la criada
(The Handmaid’s Tale)
Año 2017 - 2025
País Estados Unidos
Dirección
Varios
(Mike Barber
Elisabeth Moss)
Guion Bruce Miller
Producción
MGM Television
Daniel Wilson Productions, Inc.
The Littlefield Company
White Oak Pictures
Toluca Pictures (para Hulu)
Reparto
Elisabeth Moss
Yvonne Strahovski
Joseph Fiennes
Ann Dowd
Max Minghella
Bradley Whitford
Fotografía Colin Watkinson
Montaje
Wendy Hallam Martin
Chris Donaldson
Música Adam Taylor
Distribución HBO Max
Duración Entre 45 y 60 minutos
Fecha de estreno 26 de abril de 2017
Sinopsis
En un futuro distópico, en la dictadura teocrática de Gilead, las mujeres fértiles son obligadas a vivir como esclavas sexuales y a engendrar los hijos de sus amos.
La primera temporada, estrenada en 2017, fue un auténtico éxito. En un momento en que el auge de la extrema derecha y el recorte de derechos de las mujeres empezaban a asomar la pata, la serie adaptaba una novela de 1985 de Margaret Atwood que funcionaba como advertencia para navegantes de lo que estaba a punto de llegar. Los movimientos feministas de Estados Unidos y de otros países, como Argentina e Irlanda, tomaron la ficción como referencia y adoptaron el vestuario de las criadas —la túnica roja y la cofia blanca— para protestar a favor de los derechos de las mujeres, como el derecho al aborto. El impacto social de la primera y segunda temporada de El cuento de la criada es incuestionable, aunque los peligros que denunciaba están hoy más presentes que nunca. Por tanto, podríamos argumentar que no ha conseguido calar socialmente más allá del público de la serie y de quienes ya estaban comprometidas con la causa.
El fenómeno que se generó a raíz de su estreno hizo que la serie, en determinado momento, perdiera el rumbo. Como si lo que contaba no fuera lo suficientemente contundente, los creadores decidieron optar por el camino fácil y jugar a una especie de pornografía del sufrimiento, pisando el acelerador de la violencia pero siempre acompañándola de imágenes visualmente bellísimas. La estrategia alcanzó su paroxismo con los constantes —y a menudo innecesarios— primeros planos de Moss con gesto de sufrimiento. Continuar viéndola era una auténtica demostración de compromiso por parte del público.