Crítica — Girls Will Be Girls: otra forma de enfocar el despertar sexual femenino
La ópera prima de Shuchi Talati forma parte de un bienvenido nuevo cine indio firmado por directoras que da la vuelta a la representación de las mujeres en esta cinematografía.

Girls Will Be Girls
Año 2024
País
India, Francia
Estados Unidos
Noruega
Dirección Shuchi Talati
Guion Shuchi Talati
Producción
Pushing Buttons Studios
Blink Digital
Cinema Inutile
Crawling Angel Films
Dolce Vita Films
Reparto
Preeti Panigrahi
Kesav Binoy Kiron
Kani Kusruti
Fotografía Jih-E Peng
Montaje Amrita David
Música
Pierre Oberkampf
Sneha Khanwalkar
Distribución Filmin
Duración 118 min
Fecha de estreno 5 de diciembre 2024
Sinopsis
El viaje de Mira, una joven de 26 años cuya entrada a la madurez, osada y rebelde, se ve interrumpida por su madre, que nunca pudo gozar de la misma experiencia.
Girls Will Be Girls
Año 2024
País
India, Francia
Estados Unidos
Noruega
Dirección Shuchi Talati
Guion Shuchi Talati
Producción
Pushing Buttons Studios
Blink Digital
Cinema Inutile
Crawling Angel Films
Dolce Vita Films
Reparto
Preeti Panigrahi
Kesav Binoy Kiron
Kani Kusruti
Fotografía Jih-E Peng
Montaje Amrita David
Música
Pierre Oberkampf
Sneha Khanwalkar
Distribución Filmin
Duración 118 min
Fecha de estreno 5 de diciembre 2024
Sinopsis
El viaje de Mira, una joven de 26 años cuya entrada a la madurez, osada y rebelde, se ve interrumpida por su madre, que nunca pudo gozar de la misma experiencia.
En inglés, la expresión «boys will be boys» se utiliza para banalizar o justificar de forma paternalista algún comportamiento típicamente masculino inmaduro o desconsiderado, que se tolera porque, ya se sabe, los chicos son chicos, y no lo pueden evitar… En su primer largometraje, Shuchi Talati se apropia de la idea para darle la vuelta y trazar un coming of age en torno al despertar sexual de una adolescente, Mira (Preeti Panigrahi), y cómo interfiere en ello su progenitora, Anila (Kani Kusruti).
Mira se nos presenta ya desde el inicio como una chica ejemplar, la que saca las mejores notas, la que siempre lleva el uniforme impecable. En la escena inicial, la vemos cómo dirige, en tanto delegada de la clase, los encuentros colectivos del instituto para jurar fidelidad a los valores nacionales, una manifestación de disciplina institucional y patriótica que el alumnado sigue con mayor o menor rutina. Excepto por Sri (Kesav Binoy Kiron), un estudiante recién llegado que ha residido en Hong Kong, y que presta más atención a Mira que a los juramentos en grupo. La protagonista, que hasta ahora no había conocido a ningún chico que le resultara atractivo, entabla una relación con Sri, un joven que, con las maneras agradables, persuasivas y suaves propias de un hijo de diplomático, parece diferente al resto.
En apariencia, la estructura de Girls Will Be Girls no se distingue demasiado de la de cualquier coming of age. El despertar sexual trastorna la vida de la protagonista y le acaba aportando unos aprendizajes sobre la vida que van más allá del mero descubrimiento del sexo. Sin embargo, Talati incorpora dos variaciones remarcables a este patrón. Pocas veces se nos ha transmitido la experiencia de la iniciación sexual o romántica desde un perfil como el de Mira, una joven identificada con la imagen de estudiante modélica que abraza su reciente sensualidad descubierta sin renunciar a su forma de encarar la vida. La protagonista afronta su incipiente iniciación sexual con franqueza y seguridad. En lugar de dejarse llevar sólo por el instinto (es demasiado sensata para hacerlo) o socializar sus inquietudes con otras chicas (es un tema demasiado tabú en el entorno en el que se mueve), Mira lleva a cabo un proceso de búsqueda de información (¡toma apuntes en un cibercafé!) para estar lista ante este nuevo escenario, al igual que se prepara a la perfección para cualquier otra de las actividades en las que se implica. La directora naturaliza, sin caricaturizarlo, ese fenotipo de mujer joven sensata y racional también ante un placer instintivo al que no quiere renunciar, sino sólo entender mejor. Un perfil mucho más común de lo que nos ha hecho entender la ficción en torno a estos temas.