Crítica — Niki: Disparar al arte (a bocajarro)
La ópera prima de Céline Sallette narra la convulsa vida de Niki de Saint-Phalle y sus inicios en el mundo del arte.
Marla Jacarilla
14 de agosto 2025

Niki
Año 2025
País Francia
Dirección Céline Sallette
Guion Céline Sallette
Producción
Cinéfrance
Wild Bunch Production
Reparto
Charlotte Le Bon
John Robinson
Damien Bonnard
Judith Chemia
Jesse Guttridge
Fotografía Victor Seguin
Montaje Clémence Diard
Música Para One
Distribución MadAvenue
Duración 98 minutos
Fecha de estreno 22 de agosto
Género Drama
Sinopsis
Niki de Saint-Phalle fue modelo, escultora, pintora y cineasta. Se casó en 1949 con el escritor Harry Mathews y con el escultor Jean Tinguely en 1971. Fue ingresada en un centro psiquiátrico y allí descubrió que el arte era su verdadera vocación. Su inmenso legado la convirtió en una de las artistas más importantes del siglo XX.
Niki
Año 2025
País Francia
Dirección Céline Sallette
Guion Céline Sallette
Producción
Cinéfrance
Wild Bunch Production
Reparto
Charlotte Le Bon
John Robinson
Damien Bonnard
Judith Chemia
Jesse Guttridge
Fotografía Victor Seguin
Montaje Clémence Diard
Música Para One
Distribución MadAvenue
Duración 98 minutos
Fecha de estreno 22 de agosto
Género Drama
Sinopsis
Niki de Saint-Phalle fue modelo, escultora, pintora y cineasta. Se casó en 1949 con el escritor Harry Mathews y con el escultor Jean Tinguely en 1971. Fue ingresada en un centro psiquiátrico y allí descubrió que el arte era su verdadera vocación. Su inmenso legado la convirtió en una de las artistas más importantes del siglo XX.
Aunque bien sabemos que es peligroso generalizar, podríamos decir que los terrenos del biopic acostumbran a ser pantanosos, y aún más cuando hablamos de biopics que narran la vida de artistas. Seguimos aferrándonos a un cierto ideal –algo caduco ya, admitámoslo– de figura creativa romántica y atormentada, y es por eso que existe (y, de hecho, predomina) un tipo de cine que se enfoca en la vida sentimental, romantiza la precariedad y los excesos, y acaba cayendo en lugares comunes en lo que respecta a los procesos de creación y la idea –extremadamente masculina– del genio. Si bien es cierto que ha habido algunas películas que han logrado escapar de todos estos clichés (Neruda de Pablo Larraín, I’m not There de Todd Haynes o Karen de María Pérez Sanz, podrían ser algunos ejemplos), la mayoría siguen un previsible esquema narrativo que pretende retratar (e idealizar) el surgimiento, el auge y la caída del genio en cuestión, echando mano de numerosos datos wikipédicos y de anécdotas que ayuden a remarcar la excentricidad de dicho personaje.
Conocida como actriz, especialmente en su Francia natal (Casa de tolerancia, Vernon Subutex, Un castillo en Italia…), la francesa Céline Sallette ha debutado en el largometraje con un filme que narra la tormentosa vida de la escultora, pintora, cineasta y modelo conocida como Niki de Saint-Phalle (Catherine Marie-Agnès Fal de Saint Phalle). Una agitada vida que tuvo, cómo no, todos los ingredientes para conformar el «biopic de artista total» (léase con un cierto tono de ironía): abusos en la infancia por parte de su padre, ingreso en un centro psiquiátrico, electroshocks, agitada vida sentimental (primero se casó con el escritor Harry Mathews y después con el escultor Jean Tinguely) y un enfisema pulmonar que acabó por provocarle la muerte. ¿Alguien da más?