Crítica — Pubertat: Una historia de castillos, adolescentes y consentimiento
Tras el éxito de ‘Vida perfecta’, Leticia Dolera regresa como creadora, guionista y protagonista de ‘Pubertat’, una serie ambientada en la cultura castellera catalana que dará mucho que hablar por abordar temas tan actuales como la sexualidad adolescente, el consentimiento, la violencia de género y la influencia que la misoginia estructural tiene en la educación de las generaciones más jóvenes.
María Adell Carmona
25 de septiembre 2025

Pubertat
Año 2025
País España
Creadora Leticia Dolera
Guionistas Leticia Dolera, Almudena Monzú
Producción Corte y confección, 3cat, Distinto Films, Uri Films
Reparto
Leticia Dolera
Xavi Sáez
Betsy Túrnez
Aina Martínez
Carla Quílez
Ot Serra Bas
Fecha de estreno 29 de septiembre de 2025
Distribuidora HBO Max
Género Drama
Sinopsis
La armonía de una comunidad se ve truncada por una denuncia de agresión sexual en redes sociales que apunta a tres adolescentes como culpables. Los adultos y las adultas a cargo de las personas señaladas, como agresores y como víctima, tendrán que lidiar con la tensión de la situación y enfrentarse a su propia relación con la sexualidad. En el proceso descubrirán que quizá no sólo las tradiciones pasan de generación en generación, sino también los tabúes y los traumas.
Pubertat
Año 2025
País España
Creadora Leticia Dolera
Guionistas Leticia Dolera, Almudena Monzú
Producción Corte y confección, 3cat, Distinto Films, Uri Films
Reparto
Leticia Dolera
Xavi Sáez
Betsy Túrnez
Aina Martínez
Carla Quílez
Ot Serra Bas
Fecha de estreno 29 de septiembre de 2025
Distribuidora HBO Max
Género Drama
Sinopsis
La armonía de una comunidad se ve truncada por una denuncia de agresión sexual en redes sociales que apunta a tres adolescentes como culpables. Los adultos y las adultas a cargo de las personas señaladas, como agresores y como víctima, tendrán que lidiar con la tensión de la situación y enfrentarse a su propia relación con la sexualidad. En el proceso descubrirán que quizá no sólo las tradiciones pasan de generación en generación, sino también los tabúes y los traumas.
Desde su propio título, los caminos de Pubertat, la nueva serie creada por Leticia Dolera, y Adolescence, el fenómeno británico producido por Netflix, parecían destinados a cruzarse. En ambos casos, un hecho violento e inesperado (una agresión sexual en el primer título, un asesinato en el segundo) con adolescentes implicados e implicadas conmociona al entorno adulto. Las preguntas se precipitan: ¿cómo puede un o una adolescente hacer algo así? ¿qué responsabilidad tienen las personas adultas a su cargo? ¿y la sociedad que le rodea, de la que forma parte? Las similitudes entre la miniserie creada por Stephen Graham y Jack Thorne y la ideada y protagonizada por Dolera quedan ahí, en el punto de partida. Los entornos sociales y ambientales que describen son bien distintos, y sus particularidades resultan esenciales para el desarrollo de ambas historias, pero también son completamente diferentes los objetivos de ambas. En Adolescence el crimen servía como excusa para, por un lado, diseccionar el entorno de clase media (y sus instituciones: la familia, la escuela) en el que se movía el joven protagonista y, por otro, para lanzar un aviso sobre la influencia que ciertos discursos de odio, misóginos y antifeministas, presentes en redes sociales y en el espacio digital de la manosfera, podían tener sobre chicos adolescentes. Con sus debilidades, Adolescence consiguió situar en el discurso público preocupaciones y temas ampliamente estudiados en ámbitos más restringidos, como la investigación académica. Graham y Thorne evitaban, además, finalizar la serie con algo que se pareciera levemente a una resolución satisfactoria o tranquilizadora: para frustración de parte del público, Adolescence se clausuraba con más interrogantes que respuestas.
El objetivo de Dolera en Pubertat parece ser el opuesto: esta serie coral de seis capítulos, ambientada en el universo casteller, característico de la cultura catalana, parece creada con el propósito de ofrecer respuestas a preguntas que parecen irresolubles, y de proponer modos de sanar heridas que parecen no tener cura. Es un propósito conciliador y reparador completamente loable, pero esto provoca que la serie, en demasiadas ocasiones, se incline por un tono en exceso didáctico con respecto a cuestiones como el consentimiento, la misoginia estructural, el carácter cíclico de la violencia machista y las soluciones que, alejadas de posturas punitivistas, pueden adoptarse para combatirla. Como Vida perfecta, una serie que integraba de forma más orgánica el discurso feminista en sus tramas y personajes de ficción, Pubertat se apoya en un excelente elenco coral (la propia Dolera, acompañada de Xavi Sáez, Betsy Túrnez o Biel Durán, pero también de veteranos como Vicky Peña y Pep Munné) y un muy eficaz conjunto de actores y actrices noveles, muy jóvenes, que dan vida al grupo de amigos y amigas de toda la vida desgarrado por ese acto de violencia. Aina Martínez, como Manu, la adolescente víctima de la agresión, constituye toda una revelación, seguramente porque la serie gira, en gran medida, en torno a ella y a las diferentes fases que atraviesa en su via crucis particular. Uno de los mejores episodios de la miniserie, el quinto, está estructurado en forma de diversos flashbacks a través de los cuales Manu cuenta a unos psicólogos y unas psicólogas los hechos tal y como ella los ha experimentado: de la euforia de la fiesta a la disociación y la amnesia, y de ahí al dolor y la vergüenza del recuerdo y el trauma.