Crítica — Queer Me: Diario íntimo de la disidencia sexual
Tras su paso por varios festivales nacionales e internacionales, se estrena en España la ópera prima de Irene Bailo Carramiñana, “Queer Me”, un largometraje documental a medio camino entre el diario íntimo y el activismo político que retrata las vivencias de la directora en la casa okupa TDB, en Toulouse, un centro de reunión de la comunidad queer y transfeminista.
María Adell Carmona
11 de diciembre 2025
Queer Me
Año 2025
País
España
Francia
Dirección Irene Bailo
Guion
Irene Bailo
Céline Ducreux
Producción
Du Cardelin Studio
Corpus Films
Fotografía
Arnaud Alain
Sonia Llera
Montaje Céline Ducreux
Distribución Nueve cartas
Duración 95 minutos
Fecha de estreno 12 de diciembre de 2025
Género Documental
Sinopsis
Desde sus primeros amores adolescentes hasta el descubrimiento de la comunidad queer de Toulouse, Irene explora su relación con las normas sociales y las del propio colectivo. “Queer Me” es un viaje vital, político y generacional que, a través de material de archivo, recuerdos personales y registro documental actual, construye una mirada íntima y coral del movimiento transfeminista desde la casa okupa TDB.
Queer Me
Año 2025
País
España
Francia
Dirección Irene Bailo
Guion
Irene Bailo
Céline Ducreux
Producción
Du Cardelin Studio
Corpus Films
Fotografía
Arnaud Alain
Sonia Llera
Montaje Céline Ducreux
Distribución Nueve cartas
Duración 95 minutos
Fecha de estreno 12 de diciembre de 2025
Género Documental
Sinopsis
Desde sus primeros amores adolescentes hasta el descubrimiento de la comunidad queer de Toulouse, Irene explora su relación con las normas sociales y las del propio colectivo. “Queer Me” es un viaje vital, político y generacional que, a través de material de archivo, recuerdos personales y registro documental actual, construye una mirada íntima y coral del movimiento transfeminista desde la casa okupa TDB.
El viaje del que da cuenta Queer Me ocupa una década (de 2015 a 2025) en la vida de su directora, la debutante Irene Bailo Carramiñana, aunque, realmente, la película va más allá de ese marco temporal, buceando en el pasado lejano de la infancia y adolescencia de la principal protagonista en un pequeño pueblo aragonés. Bailo maneja, pues, materiales diversos para una historia que muestra un trayecto de descubrimiento personal que es también un viaje de concienciación política, desde viejos vídeos y fotografías familiares a, sobre todo, imágenes grabadas, a modo de diario, durante la etapa que la directora vivió en la casa okupa queer y transfeminista TDB, de Toulouse, en 2015, ahora ya desaparecida. Todo esto está apuntalado con material actual, consistente en entrevistas y encuentros, diez años después, con las personas con las que convivió en la TDB, las amigas y compañeras que se convirtieron por un breve lapso de tiempo en su familia, en sus autodenominadas “primas”.