Crítica — Sin Medida: Lena Dunham se entrega a la comedia romántica en su retorno a las series
La creadora de ‘Girls’ se inspira de nuevo en su propia vida para reivindicar la posibilidad de (re)encontrar el amor en la treintena, cuando arrastras un poso de inseguridades y carencias afectivas.
Eulàlia Iglesias 10 de julio 2025

Sin medida (Too much)
Año 2025
País EUA
Creada peor
Lena Dunham
Luis Felber
Producción
Good Thing Going
Working Title Television
Universal International Studios
Reparto
Megan Stalter
Will Sharpe
Emily Ratajkowski
Richard E. Grant
Adwoa Aboah
Adèle Exarchopoulos
Música Luis Felber
Distribución Netflix
Duración 10 episodios
Fecha de estreno 10 de julio
Sinopsis
Jessica viaja de Nueva York a Londres después de una ruptura amorosa, y allí conoce a Felix, con quien conecta en seguida.
Sin medida (Too much)
Año 2025
País EUA
Creada peor
Lena Dunham
Luis Felber
Producción
Good Thing Going
Working Title Television
Universal International Studios
Reparto
Megan Stalter
Will Sharpe
Emily Ratajkowski
Richard E. Grant
Adwoa Aboah
Adèle Exarchopoulos
Música Luis Felber
Distribución Netflix
Duración 10 episodios
Fecha de estreno 10 de julio
Sinopsis
Jessica viaja de Nueva York a Londres después de una ruptura amorosa, y allí conoce a Felix, con quien conecta en seguida.
Esto de antemano: Lena Dunham es un nombre clave de la creación audiovisual contemporánea, una figura de referencia a la altura de David Chase o David Simon, menospreciada a menudo porque su obra magna, Girls (2012-2017) no se ajustaba a los códigos de prestigio de las series herederas del Nuevo Hollywood, estilo Los Soprano, o de las narrativas de raíz realista como The Wire. Como estos títulos, Girls también se situaba, desde el formato serial, en una tradición cinematográfica reconocible, la de la comedia neurótica independiente neoyorquina. Pero desde la perspectiva insólita de una chica joven a la que por primera vez se ofrecía la posibilidad de desarrollar una serie de larga duración para desplegar su punto de vista respecto a las inquietudes de su generación. Dunham demostró ser una creadora con un talento brutal para los diálogos y la definición de personajes y situaciones. Al mismo tiempo que agitaba la representación de las mujeres en la pantalla a través de su propio personaje, Hannah, una chica que vivía una sexualidad plena, desacomplejada y desdramatizada desde un cuerpo que no se ajustaba a los cánones.
Ha costado que Lena Dunham estrenara una nueva obra en la pequeña pantalla, tras la poco exitosa Camping (2018), que siguió el fenómeno de Girls. Sin medida es una miniserie producida por Netflix que Dunham ha cocreado junto a Luis Felber, su pareja sentimental, con 10 episodios cuya mayoría dirige y escribe en solitario. Del mismo modo que Girls, aquí también parte de un escenario inspirado en su propia vida y en cómo conoció a Luis. La protagonista, Jessica (Megan Stalter, la Kayla de Hacks), es una productora en la treintena que entra en crisis cuando su ex (Michael Zegen) se empareja con una chica de apariencia perfecta (Emily Ratajkowski). Se obsesiona tanto con la situación y la nueva novia, que le dedica vídeos que no cuelga en abierto y llega a colarse en su casa. Como en Girls, a Dunham no le da miedo introducir a la protagonista desde un escenario que le es poco favorecedor. Una vez más, nos encontramos ante un personaje que, como anuncia el título, resulta algo excesiva en sus reacciones y emociones. Para escapar de esta situación, Jessica decide aprovechar una oportunidad del trabajo y se va a trabajar a Londres. Allí espera vivir el sueño británico: encontrar a una pareja ideal como si protagonizara una novela de Jane Austen o una comedia británica de Working Title, los responsables de Love Actually y Notting Hill, que también impulsan Sin medida.
La escala de esta nueva creación de Dunham parece la adecuada. Lejos de enfrentarse de nuevo a la ambición de Girls (¿quién se atreve en la era de la guerra de plataformas plantear una serie de esa duración y complejidad?) y a la exposición mediática que esto supone (brutal el odio que Dunham siempre ha recibido en las redes), la autora desarrolla una miniserie más íntima que actualiza sus inquietudes emocionales en su nuevo contexto vital, el de una estadounidense afincada en Londres con una pareja con ancestros no occidentales. A pesar de las conexiones con su vida, Dunham defiende que Sin medida es sobre todo una serie de ficción escrita para el lucimiento de Megan Stalter. La gracia es ver cómo la creadora afronta una comedia romántica autoconsciente (incluso los títulos de los episodios recuerdan películas del género) sin perder su personalidad y convirtiéndola en un escenario para repensar las relaciones sexoafectivas.