Crítica — Volver a ti: Entre el amor y la compasión

Ana es bióloga marina y profesora universitaria, y está casada con Thomas, que es trabajador social en un centro de acogida de menores. Ambos llevan una vida acomodada y tienen dos hijas en común: Clara y Marie. Vista desde la distancia, esta podría parecer una familia modélica, pero la realidad, por desgracia, es otra bien distinta, ya que Ana y Thomas llevan un tiempo planeando su separación. Thomas, de hecho, tiene previsto irse a vivir con Stine, su colega de trabajo y amante desde hace ya un tiempo. El proceso de separación entre Ana y Thomas es duro, pero relativamente civilizado, y tanto ella como él buscan la mejor manera de decirle todo a las niñas, que todavía desconocen la situación. Pero un día, estando sola en casa, Ana tendrá un inesperado accidente, y un derrame cerebral dejará la mitad de su cuerpo paralizado. El proceso de recuperación será largo, y es muy probable que Ana no pueda volver a llevar la vida que tenía antes del accidente. Durante meses necesitará ayuda para desenvolverse en las tareas cotidianas, para desplazarse. Thomas, incapaz de marcharse y dejarla sola con las niñas, decidirá postponer la separación hasta que Ana pueda volver a llevar una vida normal. 

La danesa Jeanette Nordahl debutó en el largometraje con Wildland, un crudo drama criminal escandinavo que tuvo su estreno mundial en la Berlinale y que pudimos ver en la 58.ª edición del Festival de Gijón. Cinco años después regresa a la gran pantalla con Volver a ti, conservando el interés por la familia como motor generador de historias. Entre medias, Nordahl ha trabajado en series como Cuando el polvo se asienta (2020), Memorias de una escritora (2022) o The Responder (2024).