Alauda Ruiz de Azúa — “Espero que ‘Los domingos’ genere un debate, pero no un combate”
El próximo 27 de octubre, Alauda Ruiz de Azúa recibirá, junto con María Ripoll, el Premio Simone de Beauvoir en la 30.ª edición del Zinemakumeakgara! 1996-2025. Muestra de cine dirigido por mujeres, que se celebra en Bilbao. Este premio se suma a la Concha de Oro, más que merecida, que ganó en el Festival de San Sebastián con ‘Los domingos’, su tercer trabajo. ‘Los domingos’ pone el acento en un tema complejo: ¿cómo reaccionar cuando alguien que queremos toma una decisión que creemos equivocada? Alauda no da lecciones, expone y deja que el público decida.
Nuria Vidal
23 de octubre 2025
La expectación por ver Los domingos tras los éxitos de Cinco lobitos y la serie Querer, era enorme. La película no sólo no decepcionó, sino que despertó una adhesión general, incluso entre quienes mantenían posturas muy críticas respecto a lo que cuenta. Los domingos tiene el enorme poder de provocar debates, no combates, como muy bien dice la directora. Remueve historias y genera preguntas desde un punto de vista muy emocional.
El guion, impecable, juega a sugerir más que a mostrar; utiliza el color y los espacios para construir a los personajes, y cuenta con unas excelentes interpretaciones, ejecutadas desde la contención. Es un film muy físico, donde lo espiritual se cuela por las rendijas de la música, el silencio y la luz. Los domingos es una película a contrapelo, incómoda y perturbadora. Que se centre en una vocación religiosa —una chica de 17 años que quiere ser monja de clausura— no impide que lo que narra se pueda extrapolar a otras decisiones que se toman en la vida.
Los domingos no es una película sobre la religión católica, sino sobre lo difícil que resulta comprender algo tan abstracto como la fe (hay ideologías tan alienantes como las religiones) y lo complicado que resulta aceptar las decisiones de alguien a quien quieres sabiendo que, desde tu punto de vista, se equivoca. Alauda aborda este conflicto con una mirada a la altura de los ojos de Ainara, su protagonista, en una puesta en escena no tanto bressoniana como roselliniana.
Alauda Ruiz de Azúa estuvo en Barcelona presentando la película, y aquí pudimos hablar con ella con calma, sin los agobios de la promoción festivalera.