Barbie — ‘Seis miradas críticas sobre la película que agitó la conversación cultural’: Una muñeca con mucho juego
Hay muchas cosas que agradecerle a la película ‘Barbie’ de Greta Gerwig: ser el primer “blockbuster” dirigido por una mujer; atraer el público al cine; ser un film que se podía compartir entre madres e hijas, entre hombres y mujeres. Pero una de las mejores consecuencias del fenómeno ‘Barbie’ fue, y es, el de provocar un debate cultural y social, cinematográfico y de género, como hacía tiempo que no se producía. A ese debate que hizo correr “ríos de tinta” contribuye este libro crítico coordinado por Eduardo Guillot y editado por Barlin Libros.

El libro se abre con una introducción, escrita por el coordinador Eduardo Guillot, en la que resume el fenómeno Barbie en un párrafo: “En el verano de 2023, un tsunami de enormes proporciones sacudió la industria cinematográfica mundial. El estreno de Barbie, de la cineasta estadounidense Greta Gerwig, que llegó precedido de una gigantesca campaña de marketing, batió récords de todo tipo: fue, con diferencia, la película más rentable del año y, también, el primer taquillazo de tales dimensiones dirigido por una mujer. Más allá de las cifras, Barbie se convirtió en un fenómeno de masas que provocó, y esta vez la frase hecha es más pertinente que nunca, auténticos ríos de tinta. Nadie quiso quedarse al margen. Es evidente que algo pasó con Barbie”.
Lo que pasó fue que, sin saber muy bien por qué, el film tocó un resorte de la memoria de varias generaciones de niñas, ahora adultas, madres o abuelas, y provocó que lo que estaba concebido como un grandioso spot publicitario de las muñecas de la fábrica Mattel, fuera, sin dejar de ser ese espectacular anuncio, un espacio para la comunión y la discusión. De eso trata este libro que aborda la película y, por extensión, la muñeca y su significado, desde ángulos muy diversos, todos ellos sumamente críticos con el film, aunque reconocen en él el valor de haber generado una discusión sobre cómo entender el feminismo, al mismo tiempo que denuncian el capitalismo industrial de Hollywood, capaz de adaptarse a lo que sea para salir triunfante. Barbie costó 145 millones de dólares, un presupuesto desorbitado para un film realizado por una mujer, y recaudó más de 1400 millones en todo el mundo.
La introducción de Eduardo Guillot, titulada acertadamente “Algo pasa con Barbie”, sitúa el contexto cultural, político, económico y cinematográfico de la aparición de la película. Entre las ideas interesantes del texto está la de recoger distintas aproximaciones críticas a la película. Por ejemplo, la que se hizo desde La Marea, un medio abiertamente de izquierdas: “Desde el feminismo, Barbie trabaja en la misma longitud de onda satírica en que lo hacía, desde el antifascismo, El gran dictador”, o la mirada mucho menos complaciente de la crítica latinoamericana, que acusaba a la película de potenciar el binarismo, de ser un espejo invertido del patriarcado o ser una Barbie blanca.