Tesoros escondidos — Celia: Un cuento fascinante sobre el despertar al horror y a la fantasía
Aunque el auge del cine de terror dirigido por mujeres la ha rescatado esta última década y ha amplificado su culto, 'Celia' (1989), ópera prima de la australiana Ann Turner, merece un reconocimiento mayor. La osadía con la que habla de la infancia, su dimensión política y la fascinante extravagancia de sus imágenes hacen de ella una película importante no sólo en el marco del cine fantástico y de terror. Concebida como un coming-of-age, es una de las películas más extrañas jamás rodadas sobre la difícil (y a veces relativa) frontera entre realidad y fantasía.

Celia
País Australia
Año 1989
Dirección Ann Turner
Guion Ann Turner
Producción Seon Film Productions
Reparto Rebecca Smart, Victoria Longley, Mary Anne-Fahey, Nicholas Eadie y Alexander Hutchinson.
Fotografía Geoffrey Simpson
Montaje Ken Sawolls
Música Chris Neal
Plataforma
Actualmente no está en ninguna plataforma.
Edición en DVD y Blu-ray de Second Run editada en octubre de 2021
Duración 102 minutos
Fecha de estreno 15 de enero de 1990
Sinopsis
Incapaz de hacer frente a una serie de disgustos y adversidades, la pequeña Celia, una niña de 9 años que vive en un suburbio de Melbourne en la década de los 50, empieza a confundir la realidad y la fantasía.
Celia
País Australia
Año 1989
Dirección Ann Turner
Guion Ann Turner
Producción Seon Film Productions
Reparto Rebecca Smart, Victoria Longley, Mary Anne-Fahey, Nicholas Eadie y Alexander Hutchinson.
Fotografía Geoffrey Simpson
Montaje Ken Sawolls
Música Chris Neal
Plataforma
Actualmente no está en ninguna plataforma.
Edición en DVD y Blu-ray de Second Run editada en octubre de 2021
Duración 102 minutos
Fecha de estreno 15 de enero de 1990
Sinopsis
Incapaz de hacer frente a una serie de disgustos y adversidades, la pequeña Celia, una niña de 9 años que vive en un suburbio de Melbourne en la década de los 50, empieza a confundir la realidad y la fantasía.
Es curioso que una película como Celia (1989), primer largometraje de la directora y escritora australiana Ann Turner, no sea más conocida a nivel internacional, o que no se piense automáticamente en ella al señalar las películas australianas más importantes de las últimas décadas. Hay en ella muchas cosas que la convierten en una película extraordinaria: su dimensión política, su evidente feminismo, lo fascinante que es a nivel formal y su manera, muy atrevida, de trabajar el fantástico y el terror. Es precisamente desde este último lugar, desde su aportación a ambos géneros, desde donde ha experimentado un pico de reconocimiento la última década.
La aparición de una nueva generación de directoras de cine de terror y fantástico (ya podemos hablar de dos olas, la que impulsa en 2014 la dupla Una chica vuelve a casa sola de noche y Babadook, y la que encabeza Titane en 2021) impuso la necesidad de echar la vista atrás y repasar el cine de esos géneros hecho por mujeres, y una de las películas rescatadas y puestas en valor ha sido Celia. Pese a ser muy desconocida para el gran público, la película de Ann Turner (Turtle Beach, Irresistible), cineasta de breve filmografía y cuya obra más importante es la que nos ocupa, siempre está altísima en las listas de las mejores películas de terror dirigidas por mujeres. Sin embargo, enfrentarse a ella lleva a darse cuenta de que, si bien puede enmarcarse en ese género, su radio de acción es más amplio: es terror y es fantástico, pero también es cine político, un drama sobre la locura y, sobre todo, un coming-of-age tan difícil de clasificar como de olvidar.