Crítica — Secretos de un crimen: Misterio en el fondo de un pozo

Santosh, el título original del largometraje dirigido por Shandhya Suri, es el nombre de su protagonista (interpretada por Shahana Goswami), una mujer que acaba de perder a su marido y que, gracias a un plan de integración laboral de su país hereda su empleo, el de inspector de policía. En España, el título del film es algo menos sutil, Secretos de un crimen. Pero nada tiene que ver con el film homónimo dirigido por Amy Berg y estrenado en 2014. Bueno, sí, que hay un crimen, evidentemente, pero poco más.

En su nuevo empleo, Santosh tendrá que investigar la violación y muerte de Devika, una joven de casta inferior cuyo cadáver ha sido encontrado en el fondo de un pozo. Todos los indicios (o más bien, casi todos) señalan a Saleem, un joven musulmán con el que, aparentemente, Devika tenía una relación amorosa en secreto. Junto a Santosh, la veterana inspectora Sharma (interpretada por Sunita Rajwar) encabezará la investigación. Una mujer en la que Santosh verá un punto de apoyo, una suerte de mentora que, de un modo bastante particular (y también cuestionable), la protegerá de la corrupción y misoginia que imperan en la sociedad. Una mujer carismática, con muchos claroscuros; un personaje que contrasta radicalmente con la inicial inocencia de Santosh, que ha de aprender a marchas forzadas a sobrevivir en el árido contexto que, tras la muerte de su marido, se ha visto obligada a habitar. Un contexto que acabó con la vida de su esposo, que fue golpeado por un ladrillo en la cabeza mientras intentaba sofocar una revuelta en un pueblo de mayoría musulmana. Un crimen que, como muchos otros en el país, nunca se llegó a esclarecer.

Comenta Shandhya Suri en una entrevista que el mayor reto para ella –que proviene del cine documental– fue conseguir un buen balance entre la trama de la película y el desarrollo de los personajes, sin dejarse abrumar por el hecho de que se tratara de un film policial con todo lo que eso conlleva. La directora indobritánica pasó por dos Sundance labs durante la realización del film (uno en India y otro en Utah) y este se estrenó finalmente en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes.