ENTREVISTAS

Audrey Diwan — “Venid a proyectar vuestra intimidad, vuestros fantasmas”

Cincuenta años después de 'Emmanuelle', de Just Jaeckin, todo un clásico del cine erótico, la francesa Audrey Diwan inauguró el pasado Festival de San Sebastián con otra 'Emmanuelle', una revisión, y no tanto una nueva versión, que se inspira en el personaje y el mundo creados por la escritora Emmanuelle Arsan, que reflexiona sobre el placer en la sociedad.

Marta Armengou

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Diwan, ganadora del León de Oro en el Festival de Venecia con su segunda película, El acontecimiento, ha coescrito el guion junto a la también cineasta Rebecca Zlotowski. La película sigue los pasos de una mujer que busca un placer perdido y que en un viaje de negocios a Hong Kong tiene numerosos encuentros, incluido uno con Kei, un hombre que la elude constantemente. La actriz y directora Noémie Merlant (Retrato de una mujer en llamas, Un año, una noche, El inocente, Tár…) interpreta al personaje principal del film acompañada de Naomi Watts (Mulholland Drive, Lo imposible), Will Sharpe (The White Lotus), Jamie Campbell Bower (Stranger Things), Chacha Huang y Anthony Wong.

Hablamos con la directora y la protagonista hace tan solo unos días en Donostia. De esas conversaciones surgieron cuestiones como qué es el erotismo hoy en día, el placer femenino, el consentimiento o la coordinación de intimidad.

Volver a Emmanuelle

Al principio, lo que me interesaba del libro era una cuestión cinematográfica. En el libro, Emmanuelle tiene una larga discusión con un hombre a propósito del erotismo, sobre qué es el erotismo hoy en día. Yo me preguntaba si eso se podía traducir al lenguaje cinematográfico. Pero en el libro la historia no me interesó. Cerré el libro pensando que no haría el film y unos meses más tarde, porque a veces plantamos una semilla que germina en el imaginario, empecé a imaginarme un personaje sin placer, un personaje donde yo quizá podría proyectar mi experiencia en el mundo de la sexualidad. Y tratar de entender cómo esta mujer volvía al placer es lo que me dio ganas de empezar con una historia propia, de una ficción. Y borrón y cuenta nueva del pasado.

El placer y el erotismo

Yo no creo que el erotismo sea una restricción, creo que crea expectativas pero que debemos permanecer libres. Y me parecía hermosa la idea de decir cómo un cuerpo renace y estudiar también la manera como renace en contacto con la otra persona. Pienso que el cuerpo en la cuestión de la imagen está agotado en este tiempo de pornografía y si ese era el proyecto no tenía ningún sentido. Mi idea no era ofrecer un placer masturbatorio cuando hay pornografía por todas partes. Era más útil estudiar el hecho de que en una sociedad que fomenta la soledad, donde los cuerpos se alejan, me gustaba ver cómo lentamente se van acercando. Pero eso quiere decir estar de acuerdo para jugar con ciertas expectativas, estar de acuerdo en no gustar quizás. Pero es así como se proponen vías nuevas.

Dar y recibir placer

La película fue difícil de financiar no porque se hablara del placer femenino, de hecho hay como una moda, dicen: “¿Por qué no?”, los productores entienden eso. Pero una mujer sin placer es demasiado, no puede ser, vas demasiado lejos. Es interesante porque la mujer, a pesar de todo, tiene que dar placer, si lo recibe, tiene que darlo. Para mí era importante estudiar el placer por la ausencia desde un espacio que sólo nos pertenece a nosotras. Tenemos que aceptar que ese camino se haga sin intentar complacer, es una conquista que se logra en otro lugar más allá del género.

Hablar y mostrar el placer femenino

Espero que se abran puertas. En Francia se dice “Construir castillos en el aire”. Mi amiga Rebecca Zlotowski, con la que he escrito el film, lo ha definido así. Pienso que de manera directa o indirecta somos muchas las que estamos hablando de este tema. Creo que Emmanuelle lo dice un poco más alto porque es la desviación de un símbolo, de un icono de los años 70, la mirada masculina se cambia y quizás por eso desde este lugar la puerta se abra un poco más.

Se trata de estudiar el grado de emociones en relación con ella, cuáles son las emociones que siente, cómo lentamente rompe sus propias barreras, cómo trata lentamente de perder sus propios miedos. Para mí, Emmanuelle es una mujer que ha hecho de su cuerpo una armadura. Se trata de ver cómo las emociones penetran cuando se tiene más miedo del otro. Existe la cuestión de la mirada en este film y la construcción en relación con esa mirada, la mirada en relación con el género. También es el camino de Emmanuelle y su camino social en la película. Así que el placer es una forma de alivio, es el placer de ser una misma, algo se está reabriendo allí.

Explorar el placer femenino

Ese es el problema, esa falta de representación y el hecho de que a mucha gente le da miedo explorar esto. Cuando empecé a oír hablar de esta película y Audrey me propuso el papel, todo el mundo me dijo: “¿No tienes miedo de hacerla?” Y sí por… No es por la mala representación. Bueno, a veces, sí. Y siempre es la misma representación sin consentimiento, con la objetivación de la sexualización de la mujer, toda esa mala dinámica de violencia. Sí, entiendo que la gente tenga miedo. Pero, justamente por eso, tenemos que hacer películas sobre el tema. Ahora, después del Me Too, tenemos más espacio para hablar, para explorar. Sabemos cómo explorar el consentimiento y el consentimiento no significa excitación. Por eso dije que sí.

Simular el orgasmo

Tengo que simular y mi personaje, al final de la película, tiene un orgasmo de verdad. ¿Cómo muestro, en tanto que actriz, la diferencia entre simulación y no simulación, cuando estás haciendo una simulación? Era un poco complicado, pero muy interesante. Al principio de la película, Emmanuelle es una persona completamente desconectada de su propio cuerpo, de su propio placer. Ella intenta sentir placer pero no lo consigue, está completamente vacía. Está desconectada de su cuerpo y de las demás personas. Es por la forma como funciona la sociedad. Las mujeres tienen que dar placer a los demás, pensar en los demás primero. Y ella ni siquiera sabe cómo obtener placer.  Seguimos su viaje, la seguimos a ella y cómo reconecta y es capaz de reconocer quién es Emmanuelle.

El papel de la coordinación de intimidad

Ayudó mucho, sí. Ensayamos mucho antes de hacer la película. No sólo ayudó en las escenas de intimidad, sino sobre todo en las de intimidad. Es muy importante porque te hace sentir más cómoda, hay más espacio, puedes poner límites, pero también puedes dar ideas. Y cuando tienes confianza y te sientes segura, puedes dar más e ir más allá y también pensar en los detalles, en cómo podemos mostrar realmente escenas íntimas y sexuales con nuevas ideas. Reflexionar y discutir sobre estos pensamientos es muy importante. Me ayudó mucho.

Hacer participar al público

Realmente para mí la cuestión del erotismo es un tema de imaginación, no es como la pornografía que te impone las respuestas. El erotismo lo permite ya que el erotismo no dice lo que tienes que pensar, ni con la narración, ni con la imagen, porque yo encuadro de forma que digo a la gente: “Venid a proyectar vuestra intimidad, vuestros fantasmas”. La idea de esta construcción colectiva a través del film es para mí la más hermosa y quizás la principal motivación para hacer la película.

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