Beso Negro — Brujería, cine y cultura pop
El libro Beso negro. Brujería, cine y cultura pop realiza un recorrido pormenorizado por la historia de la brujería y su relación con el cine y las series durante los siglos XX y XXI.
Beso negro. Brujería, cine y cultura pop lleva a cabo un interesante, riguroso y exhaustivo recorrido por la historia de la brujería y su evolución a lo largo de los siglos, centrado sobre todo en sus apariciones en la cultura audiovisual de los siglos veinte y veintiuno.
Estructurado en tres partes (La brujería, El brujo y La bruja) y siete capítulos, el libro traza un recorrido cronológico que empieza en el siglo quince y llega hasta la actualidad, poniendo en relación los distintos tipos de brujería con sus correspondientes contextos históricos y sociales en los distintos países.
A lo largo de los años, el papel de brujos y brujas y el lugar que han ocupado en la sociedad han ido variando dependiendo de una serie de factores que tanto el cine como las series de televisión, los cómics, la literatura o el arte en general han reflejado en mayor o menor medida. La primera parte del texto (La brujería) analiza, de hecho, la representación de la brujería en las artes plásticas desde el siglo quince y reflexiona sobre cómo la religión (o mejor dicho, las religiones, tanto monoteístas como politeístas) ha influido en los distintos tipos de brujería y cómo se ha integrado en la sociedad o ha permanecido en los márgenes dependiendo de cada contexto.
El segundo capítulo, El brujo, nos propone un viaje que va desde John Dee, matemático, astrólogo y mago de la corte de Isabel I de Inglaterra en el siglo dieciséis, hasta iconos del siglo veinte como el escritor y ocultista Anton LaVey, Charles Manson o el psíquico Jeron Criswell King, Grigori Rasputín, Montague Summers, Aleister Crowley… Todos ellos, de algún modo, han contribuido a ampliar y resignificar nuestro imaginario, redefiniendo los distintos ámbitos de acción de la magia y la brujería, y las características de los distintos tipos de brujo, atendiendo también a la diferenciación entre términos como brujo, mago, hechicero, chamán, espiritista, mentalista, etc. y, por supuesto, a la diferenciación entre los distintos tipos de magia (magia negra, magia blanca…).