Crítica — Animalia: Una luz impredecible
La notable opera prima de Sofia Alaoui explora los límites de la ciencia ficción más metafísica
Animalia
Año 2023
País Marroc
Dirección Sofia Alaoui
Guion Sofia Alaoui, Laurie Bost, Raphaëlle Desplechin
Producción
Wrong Films, SRAB Films, ARTE France Cinéma, Jiango FIlms, Dounia Productions
Reparto Oumaïma Barid, Mehdi Dehbi, Fouad Oughaou, Souad Khouyi, Rajaa Essaaidi
Fotografía Noé Bach
Montaje Héloïse Pelloquet
Música Amin Bouhafa
Distribución Totem Films
Duración 90 min
Fecha de estreno 5 d'abril de 2024
Sinopsis
Itto, una joven embarazada, se queda sola en casa cuando su marido y el resto de la familia se marchan en viaje de negocios. Cuando Itto se dispone a pasar un día tranquilo, una serie de sucesos inexplicables sumergen al país en estado de alarma.
Animalia
Año 2023
País Marroc
Dirección Sofia Alaoui
Guion Sofia Alaoui, Laurie Bost, Raphaëlle Desplechin
Producción
Wrong Films, SRAB Films, ARTE France Cinéma, Jiango FIlms, Dounia Productions
Reparto Oumaïma Barid, Mehdi Dehbi, Fouad Oughaou, Souad Khouyi, Rajaa Essaaidi
Fotografía Noé Bach
Montaje Héloïse Pelloquet
Música Amin Bouhafa
Distribución Totem Films
Duración 90 min
Fecha de estreno 5 d'abril de 2024
Sinopsis
Itto, una joven embarazada, se queda sola en casa cuando su marido y el resto de la familia se marchan en viaje de negocios. Cuando Itto se dispone a pasar un día tranquilo, una serie de sucesos inexplicables sumergen al país en estado de alarma.
La directora francomarroquí Sofia Alaoui, que ya había logrado el premio César al mejor cortometraje y un premio del jurado en el Festival de Sundance por Qu’importe si les bêtes meurent, debuta cuatro años después en el largometraje con Animalia, un sugerente film impregnado de misterio y espiritualidad en el que la naturaleza tendrá un papel fundamental.
La joven Itto vive con la familia de su marido en una lujosa mansión. A pesar de tener todas las comodidades, se siente incómoda. Probablemente, porque habita en un mundo de hombres. De hombres ricos que hacen negocios importantes mientras sus esposas se limitan a quedarse en casa. Un mundo bastante hipócrita, en el que sólo parecen importar el dinero y las apariencias. De familia humilde, Itto siente que sus suegros no la respetan ni valoran, que habrían preferido para su hijo una esposa de familia acomodada con una generosa dote. Un buen día, Itto se queda sola cuando el resto de los habitantes de la casa se marchan de viaje. Pero lo que iba a ser un día de paz sin tener que soportar las humillaciones de su suegra se acaba convirtiendo en un irrefrenable proceso de angustia creciente. Ante una serie de hechos inexplicables, el país decreta el estado de alarma y empiezan a aparecer militares por doquier. Los animales se comportan de un modo extraño, a los humanos les empieza a suceder lo mismo y el cielo se tiñe de un color nunca visto. Desesperada y en un avanzado estado de gestación, Itto va en busca de su marido, que se encuentra refugiado en casa del gobernador en Jurigba, pero recorrer los kilómetros que los separan no será fácil.
Durante el viaje, Itto no dudará en hacer uso de sus recién adquiridos privilegios de clase (es decir, del dinero de su nueva familia) para llegar hasta donde está su marido. Al mismo tiempo, vemos que su fe le impide ser consciente de la gran cantidad de injusticias que asolan el planeta. Una fe que empezará a tambalearse cuando el mundo que conocía se empieza a desintegrar, el ambiente se enrarece y la sensación de irrealidad recubre todo.
CON UNA METICULOSA Y VERSÁTIL PUESTA EN ESCENA QUE SE ADAPTA EN TODO MOMENTO AL ESTADO ANÍMICO DE LOS PERSONAJES, ANIMALIA REINVENTA LA CIENCIA FICCIÓN Y LAS PELÍCULAS DE CATÁSTROFES CON TRASFONDO ESPIRITUAL.
Son muchas las capas de un film como este, y son muchas las interpretaciones y lecturas que se pueden hacer a partir de sus estimulantes imágenes. Las desigualdades sociales y económicas o el machismo son sólo dos de los temas que aparecen, aunque bien es cierto que quedan en un segundo plano cuando los fenómenos sobrenaturales empiezan a cobrar protagonismo.
Con una meticulosa y versátil puesta en escena que se adapta en todo momento al estado anímico de los personajes (resultan admirables los movimientos de cámara y las simétricas composiciones de las primeras secuencias dentro de la casa), Animalia reinventa la ciencia ficción y las películas de catástrofes con trasfondo espiritual. El contraste entre el ostentoso interior de la mansión donde vive Itto y las calles habitadas por la gente más humilde refuerzan la dicotomía entre sus orígenes y la jaula de oro en la que ahora vive.
Tras ver Animalia, me doy cuenta de que podría entrar sin problemas –y lo digo sin ironía– en el selecto club de películas trascendentes con catástrofe de fondo. Pienso en Melancolía, de Lars Von Trier. Pienso en El caballo de Turín, de Béla Tarr. Pienso en La quinta estación, de Peter Brossens y Jessica Woodworth. Películas aparentemente muy distintas, pero que tienen en común ese mundo que poco a poco se desintegra, siempre en segundo plano, mientras los protagonistas observan sin comprender y se hacen preguntas que probablemente no tengan respuesta.