Crítica — HLM Pussy: Una girlhood para la época del post #metoo
La ópera prima de la cineasta francomarroquí Nora el Hourch aborda una serie de temas —el consentimiento, la cultura de la violación y la violencia sexual en el ámbito adolescente—que pueden resultar familiares tras el estreno, hace sólo unas semanas, de la estremecedora y poderosa How to Have Sex (Molly Manning Walker, 2023).
HLM Pussy
Año 2023
País França
Dirección Nora el Hourch
Guion Nora el Hourch
Producción Manny Films, La Prod, Moon A Deal Films, Cinéventure 8
Reparto Leah Aubert, Médina Diarra, Salma Takaline, Bérénice Bejo, Mounir Margoum
Fotografía Maxence Lemonnier
Montaje Quentin Jourde d’Arzac
Distribución Mirror Audiovisual
Duración 101 min
Fecha de estreno 12 d'abril de 2024
Sinopsis
A pesar de sus diferentes orígenes sociales, Amina, Djeneba y Zineb son tres adolescentes inseparables y mejores amigas desde que tienen uso de razón. Cuando Zineb sufre acoso por parte del mejor amigo de su hermano, Amina decide publicar un vídeo comprometedor en las redes sociales con la esperanza de que deje de acosarla. Lo que no sabe es que el vídeo no sólo pondrá en peligro su seguridad, sino que también pondrá a prueba su amistad.
HLM Pussy
Año 2023
País França
Dirección Nora el Hourch
Guion Nora el Hourch
Producción Manny Films, La Prod, Moon A Deal Films, Cinéventure 8
Reparto Leah Aubert, Médina Diarra, Salma Takaline, Bérénice Bejo, Mounir Margoum
Fotografía Maxence Lemonnier
Montaje Quentin Jourde d’Arzac
Distribución Mirror Audiovisual
Duración 101 min
Fecha de estreno 12 d'abril de 2024
Sinopsis
A pesar de sus diferentes orígenes sociales, Amina, Djeneba y Zineb son tres adolescentes inseparables y mejores amigas desde que tienen uso de razón. Cuando Zineb sufre acoso por parte del mejor amigo de su hermano, Amina decide publicar un vídeo comprometedor en las redes sociales con la esperanza de que deje de acosarla. Lo que no sabe es que el vídeo no sólo pondrá en peligro su seguridad, sino que también pondrá a prueba su amistad.
El valor de esta estimable primera película radica, pues, sobre todo, en dos cuestiones: en la sensación de verdad que desprende, sobre todo por la excelente interpretación de las jovencísimas y desconocidas actrices protagonistas, y en el original contexto en el que enmarca su didáctica (aunque más compleja de lo que parece a simple vista) reflexión sobre los límites del consentimiento. HLM Pussy sitúa su acción en dos espacios contiguos de la Francia contemporánea que parecen impermeables entre sí: la zona residencial, de clase media alta, en la que vive Amina, una chica blanca y privilegiada de madre francesa y padre marroquí (un exitoso cirujano que reniega de sus raíces), y la banlieue, el barrio popular y de extrarradio en el que viven sus dos mejores amigas, Djeneba y Zineb, ambas pertenecientes a familias de procedencia árabe.
La película parte de la agresión sexual a Zineb por parte de un chico mayor de su entorno, así como de la venganza digital que sigue —Amina decide tomarse la justicia por su mano subiendo un vídeo inculpatorio que se hace viral— para proponer una interesante reflexión acerca de lo que su propia directora denomina “las dos velocidades” del movimiento #metoo; o, lo que es lo mismo, la idea de que la clase o la raza pueden jugar un papel clave a la hora de atreverse a denunciar, o no, determinadas acciones o agresiones. Esta perspectiva interseccional, que permite a la cineasta construir un discurso en el que género, raza y clase social están fuertemente imbricados entre sí, se complementa en la indagación, de raíces claramente autobiográficas, por la sensación de desarraigo o de no pertenencia de jóvenes que, como Amina (clara alter ego de el Hourch), están a medio camino entre dos culturas, la francesa y la árabe. El tono discursivo de la película acaba equilibrándose, casi siempre, con la cercanía e intimidad con la que la autora filma a sus protagonistas y con una narrativa empática, que subraya el trayecto emancipatorio y de autodescubrimiento que las tres llevan a cabo, ya sea juntas o por separado. Si Amina acaba comprendiendo que toda acción tiene consecuencias, y que desde su situación privilegiada puede dañar a sus amigas sin quererlo, Zineb y Djeneba abrirán los ojos a las violencias con las que conviven a diario, enfrentándose finalmente a ellas.
LA PELÍCULA (…) PROPONE UNA INTERESANTE REFLEXIÓN ACERCA DE LO QUE SU PROPIA DIRECTORA DENOMINA “LAS DOS VELOCIDADES” DEL MOVIMIENTO #METOO; O, LO QUE ES LO MISMO, LA IDEA DE QUE LA CLASE O LA RAZA PUEDEN JUGAR UN PAPEL CLAVE A LA HORA DE ATREVERSE A DENUNCIAR, O NO, DETERMINADAS ACCIONES O AGRESIONES.
Se le podría achacar a HLM Pussy ser, en ocasiones, tal vez demasiado pedagógica, pero lo cierto es que, pese a ello —o puede que justo por eso— es siempre efectiva a la hora de trasladar un discurso que oscila entre la rabia incontenible y la denuncia necesaria. En este sentido, la tendencia al subrayado de la película se ve compensada por el sentido de verdad que desprende, y que se materializa en unas interpretaciones naturalistas, que irradian autenticidad por parte de las tres actrices noveles, y por unos ágiles diálogos que parecen tomar el pulso al modo en el que hablan, se expresan, se enfadan o se muestran afecto las adolescentes contemporáneas; una comunicación que en muchas ocasiones no es presencial ni verbal, sino a través de pantallas o emoticonos, tal y como muestra la orgánica imbricación que el Hourch hace del lenguaje digital y de las redes sociales en la textura de su película. En definitiva, y como ese clásico contemporáneo que es Girlhood, de Céline Sciamma (una película de referencia insoslayable para HLM Pussy), esta es, sobre todo, una obra sobre la amistad adolescente femenina y una reivindicación de esos vínculos, muchas veces complejos y contradictorios, que acaban moldeando tu identidad cuando aún está en formación.