Crítica — Justicia para Sohee: Contra la cultura de la explotación laboral
La directora July Jung parte del caso real del suicidio de una becaria para lanzar un grito de denuncia contra la normalización de la violencia capitalista en su país.
Justicia para Sohee (Next Sohee)
Año 2023
País Corea del Sur
Dirección July Jung
Guion July Jung
Producción
Twinplus-Partners Co.
Crank-Up Film Co.
Reparto
Bae Doona
Kim Si-eun
Sim Hee-seop
Park Woo-young
Yoo Jung-ho
Choi Hee-jin
Fotografía Kim Il-yeon
Montaje
Young-lim Lee
Ji-youn Han
Música Jang Young-gyu
Distribución La Aventura
Duración 134 min
Fecha de estreno 1 de mayo del 2024
Sinopsis
Kim Sohee, estudiante y apasionada del baile, entra en un call center de un importante operador de internet para sus prácticas de fin de estudios. En pocos meses, su ánimo decae bajo el peso de unas condiciones de trabajo degradantes y unos objetivos cada vez más difíciles que la llevan hasta la muerte. Una serie de sucesos sospechosos en la empresa llaman la atención de las autoridades locales. La detective Yoo-jin, encargada de la investigación, queda profundamente conmocionada por lo que descubre. Sola, cuestiona a todo el sistema.
Justicia para Sohee (Next Sohee)
Año 2023
País Corea del Sur
Dirección July Jung
Guion July Jung
Producción
Twinplus-Partners Co.
Crank-Up Film Co.
Reparto
Bae Doona
Kim Si-eun
Sim Hee-seop
Park Woo-young
Yoo Jung-ho
Choi Hee-jin
Fotografía Kim Il-yeon
Montaje
Young-lim Lee
Ji-youn Han
Música Jang Young-gyu
Distribución La Aventura
Duración 134 min
Fecha de estreno 1 de mayo del 2024
Sinopsis
Kim Sohee, estudiante y apasionada del baile, entra en un call center de un importante operador de internet para sus prácticas de fin de estudios. En pocos meses, su ánimo decae bajo el peso de unas condiciones de trabajo degradantes y unos objetivos cada vez más difíciles que la llevan hasta la muerte. Una serie de sucesos sospechosos en la empresa llaman la atención de las autoridades locales. La detective Yoo-jin, encargada de la investigación, queda profundamente conmocionada por lo que descubre. Sola, cuestiona a todo el sistema.
Las noticias de suicidios que llegan de la industria del entretenimiento en Corea del Sur nos permiten intuir el nivel de presión que sufren los profesionales que allí trabajan, desde estrellas del K-Pop hasta actores de cine como Lee Sun-kyun, uno de los protagonistas de Parásitos (Bong Jon-hoo, 2019), que acabó con su vida en diciembre de 2023. En su segundo largometraje, Justicia para Sohee, July Jung denuncia el clima de explotación laboral que preside la cultura del trabajo coreana a partir de un suicidio real. Pero la directora, que debutó con Un monstruo en mi puerta (2014), prefiere centrarse no en una figura famosa sino en una chica ordinaria y anónima, una estudiante en prácticas de un call center víctima también de ese sistema capitalista tóxico, pero en un entorno laboral mucho más precario y sin glamour.
JUSTICIA PARA SOHEE NO DENUNCIA UN CASO AISLADO DE UNA CHICA QUE VE DETERIORADA SU SALUD MENTAL POR CIRCUNSTANCIAS EXCEPCIONALES, SINO QUE DESCRIBE EL ENGRANAJE DE TODO UN SISTEMA QUE VAMPIRIZA LA ALEGRÍA, EL EQUILIBRIO EMOCIONAL Y LAS GANAS DE VIVIR DE LA PROTAGONISTA
Justicia para Sohee parte pues de un caso real con el que Jung se fue obsesionando a medida que profundizaba en las circunstancias que empujaron a esta joven a matarse. La primera parte de la película sigue el proceso de declive que vive Sohee (Kim Si-eun), una estudiante de instituto apasionada por la danza que empieza a trabajar como becaria en un call center con el objetivo de cumplir con el programa de prácticas dictado por el plan de estudios. Jung despliega un drama realista de gran solidez que presta especial atención a describir los diferentes agentes que convergen en el proceso de deterioro de la protagonista. El film pone el foco sobre todo en las dinámicas de la empresa en que trabaja, una firma de telecomunicaciones que contrata sólo a chicas jóvenes en prácticas para su servicio de atención al cliente. A las estudiantes se las instruye para aguantar la violencia verbal de las personas que llaman y al mismo tiempo reconducir las posibles quejas o peticiones de baja hacia ampliaciones de contrato. Jung sabe encapsular en la descripción de este trabajo los principales males del capitalismo salvaje: la explotación de jóvenes vulnerables, en su mayoría chicas, que se ven obligadas a ejecutar esta tarea sin apoyo externo, las prácticas abusivas en los contratos de una empresa de comunicación y el cliente final, las retóricas de autosuperación y competición extrema para justificar unos niveles de exigencia inasumibles… La directora también expone la existencia de otros responsables, como la institución escolar, que presiona para que las chicas no se desvíen del comportamiento sumiso, así como el silencio social que condena a las únicas voces disidentes a la soledad y la desesperación. Justicia para Sohee no denuncia un caso aislado de una chica que ve deteriorada su salud mental por circunstancias excepcionales, sino que describe el engranaje de todo un sistema que vampiriza la alegría, el equilibrio emocional y las ganas de vivir de la protagonista. En algún momento, el tiempo que necesita la directora para dibujar este escenario puede parecer excesivo, pero se agradece la precisión casi documental con que presenta el contexto y la manera en que afecta paulatinamente a la protagonista, lo que facilita que entendamos mejor su decisión final.
La segunda parte de Justicia para Sohee se decanta hacia los caminos del thriller policial, cuando entra en escena la inspectora de policía Yoo-jin, encarnada por la carismática Bae Doona (Air Doll, Sense8, Rebel Moon…), y toma las riendas de la investigación. Como la directora, Yoo-jin se obsesiona por la muerte de la protagonista hasta el punto de meterse a fondo en un caso que sus superiores quieren archivar sin más. No resulta difícil empatizar con el espíritu vindicativo que mueve a la policía, pero su personaje termina adoptado una actitud y un tono en exceso arquetípico y aleccionador. Yoo-jin se convierte en la heroína impecable e implacable que no deja piedra sin remover, ni responsable de este sistema abusivo sin interrogar, para alcanzar sus objetivos. El problema radica en que la presencia y los actos de la policía acaban cobrando mayor protagonismo e importancia que el hecho de si consigue o no hacer justicia para Sohee.