Crítica — Los tonos mayores: Mensajes misteriosos
La primera película de Ingrid Pokropek, una de las productoras de 'Trenque Lauquen', nos presenta una historia agridulce y fantástica que ganó el premio a la mejor actriz en la sección Zona Cine del Festival de Málaga de este año gracias a la joven Sofía Clausen.
Los tonos mayores
País
Argentina
España
Año 2024
Dirección Ingrid Pokropek
Guion Ingrid Pokropek
Producción
36 Caballos
Gong Cine
Jaibo Films
Reparto
Sofía Clausen
Pablo Seijo
Lina Ziccarello
Santiago Ferreira
Fotografía Ana Roy
Música Gabriel Chwojnik
Montaje Miguel de Zuviría
Duración 101 min
Fecha de estreno 12 de julio de 2024
Sinopsis
Ana tiene 14 años. Por culpa de un accidente, lleva una prótesis metálica en uno de sus brazos. En esas vacaciones de invierno en Buenos Aires, Ana advierte algo extraño. Como si su brazo fuese una antena, empieza a recibir mensajes que una amiga suya convierte en música. Una noche, Ana vagabundea por la ciudad y conoce a un joven soldado que le asegura que las señales son en código morse. Desde ese momento Ana intenta averiguar quién y por qué le envía esos mensajes.
Los tonos mayores
País
Argentina
España
Año 2024
Dirección Ingrid Pokropek
Guion Ingrid Pokropek
Producción
36 Caballos
Gong Cine
Jaibo Films
Reparto
Sofía Clausen
Pablo Seijo
Lina Ziccarello
Santiago Ferreira
Fotografía Ana Roy
Música Gabriel Chwojnik
Montaje Miguel de Zuviría
Duración 101 min
Fecha de estreno 12 de julio de 2024
Sinopsis
Ana tiene 14 años. Por culpa de un accidente, lleva una prótesis metálica en uno de sus brazos. En esas vacaciones de invierno en Buenos Aires, Ana advierte algo extraño. Como si su brazo fuese una antena, empieza a recibir mensajes que una amiga suya convierte en música. Una noche, Ana vagabundea por la ciudad y conoce a un joven soldado que le asegura que las señales son en código morse. Desde ese momento Ana intenta averiguar quién y por qué le envía esos mensajes.
Ingrid Pokropek es una joven directora argentina. Nacida en 1984, aun no tenía 30 años cuando pensó y desarrolló la historia de Ana. En el cine argentino hay una tradición de adolescentes diferentes, de chicas, más que chicos, que tienen algo especial. Lucía Puenzo abrió ese camino con XXX y El niño pez. Ingrid Pokropek sigue esa línea de un realismo cruzado por un misterio en un argumento que le debe mucho en su construcción al film de Laura Citarella Trenque Lauquen, del que Ingrid fue una de las productoras.
Todo pasa en un Buenos Aires invernal, gris y frío. Ana está obsesionada con las pulsaciones que siente en su brazo y que su amiga Lepe ha convertido en una canción: La canción del latido. Ambas son inseparables. Pero ambas están creciendo y casi sin darse cuenta, sus vidas se alejan cuando Ana intenta darle sentido a esas señales en una búsqueda misteriosa que recuerda cierto cine de Rivette y que le habría gustado mucho a Borges.
Ana vive sola con su padre y arrastra un trauma doloroso y no resuelto. Cuando Ana encuentra a Pablo, un joven soldado que le desvela la clave para entender los latidos de su brazo como puntos de código morse, empieza a pensar quién puede ser la persona que le manda esos extraños mensajes. Sumida en esta espiral, Ana se va alejando de su padre y de sus amigos, y se va sumergiendo en una Buenos Aires nocturna y fantasmal.