Exposición — Precursoras: feminismos, cámara en mano y archivo en el hombro
Hasta el 17 de noviembre se podrá visitar en la sala de exposiciones de la Filmoteca de Cataluña Precursores: feminismes, càmera en mà i arxiu a l'espatlla, una exposición (presentada anteriormente en la Cité internationale des arts de París en 2023) que recorre la historia del movimiento feminista en Francia durante los años 80 y 90, a través de los fondos del Centro Audiovisual Simone de Beauvoir.
El Centro, fundado en París en el año 1982 por Carole Roussopoulos, Delphine Seyrig y Ioana Wieder (y actualmente todavía en funcionamiento), tiene como objetivo restaurar, reunir, producir y difundir documentos audiovisuales sobre los derechos, la lucha y la creación artística de las mujeres, no sólo en Francia, sino en todo el mundo. Nicole Fernández Ferrer (comisaria de la exposición junto con Nataša Petrešin-Bachelez) se unió a las fundadoras del centro en sus inicios como la documentalista encargada del archivo.
Los orígenes de la historia se remontan al año 1975, cuando se conocieron la directora y activista Carole Roussopoulos (una de las primeras mujeres en utilizar el sistema de vídeo Portapak de Sony), la actriz Delphine Seyrig (conocida por su papel en El año pasado en Marienbad) y la traductora Ioana Wieder. Juntas, decidieron empezar a producir una serie de vídeos bajo el nombre colectivo de Les Insoumuses (Las Insumusas), un juego de palabras que nos deja entrever, ya de entrada, su intención de utilizar el vídeo portátil como herramienta de activismo feminista y emancipador.
Durante varios años, Las Insumusas documentaron los distintos procesos de la lucha feminista: desde las manifestaciones a favor de la legalización del aborto pasando por las luchas sindicales, hasta la lucha antirracista de Los Panteras Negras, las reivindicaciones del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR) o las protestas contra la tortura en las cárceles de diversos países. De este modo, se convirtieron en el altavoz de millones de mujeres y en las catalizadoras de un profundo cambio social, no sólo en Francia, sino a nivel internacional.
SU OBRA NO SE CIRCUNSCRIBE AL CONTEXTO FRANCÉS, SINO QUE EL ACTIVISMO Y DESEO DE CAMBIO DE LAS INSUMUSAS LAS LLEVA A DOCUMENTAR LA LUCHA DE LAS MUJERES EN DISTINTOS PAÍSES.
En la exposición hay una gran cantidad de vídeos (debido a su larga duración, en muchos casos se trata de extractos), pero son sin duda Maso et Miso vont en bateau (1975), SCUM Manifesto 1967 (1976) y Sois belle et tais-toi! (1981) los films más representativos que nos muestra la exposición.
Maso et Miso vont en bateau (realizado en colaboración con Nadja Ringart), es la reacción a un programa televisivo de Bernard Pivot en el que fue entrevistada Françoise Giroud, secretaria de Estado para la Condición de la Mujer en aquel momento. Ante el comportamiento abiertamente misógino de los participantes masculinos con una complaciente secretaria de Estado, Las Insumusas reaccionaron al programa con un paródico vídeo de respuesta, humorístico y reivindicativo, que pone en evidencia el machismo imperante en los medios de comunicación. Tan solo un año más tarde, Roussopoulos y Seyrig realizarán una lectura filmada del polémico manifiesto SCUM escrito por Valerie Solanas en 1967. En el vídeo, que nos muestra un ambiente doméstico, Seyrig, sentada frente a Roussopoulos, dicta el manifiesto mientras esta lo mecanografía. Al menos, hasta que decide rebelarse y dejar de hacerlo. De fondo, la televisión emite noticias sobre conflictos contemporáneos provocados por hombres. Años más tarde, ya en 1981, Seyrig dirigirá el documental Sois belle et tais-toi!, en el que entrevista a más de una veintena de actrices (no sólo francesas, sino también inglesas o estadounidenses) que reflexionan sobre el machismo y los abusos en la industria del cine a partir de experiencias propias, antecediendo lo que 36 años más tarde se consolidará como el movimiento feminista mundialmente conocido como Me Too.
Pero su obra no se circunscribe únicamente al contexto francés, sino que el activismo y deseo de cambio de Las Insumusas las lleva a documentar la lucha de las mujeres en distintos países, mostrando así su apoyo a las presas políticas de la España franquista, a las mujeres afroamericanas en EEUU o a Mujeres Negras, el colectivo de mujeres migrantes procedentes de África Occidental y el Caribe.
En La conferencia de las mujeres. Nairobi 1985, Françoise Dasques documenta el fórum que reunió a organizaciones feministas no gubernamentales de todo el mundo para debatir cuestiones relacionadas con la raza, la clase y la orientación sexual. Inês (1974), vídeo dirigido por Seyrig, muestra las torturas y brutalidades cometidas durante el encierro de Inês Etienne Romeu, activista brasileña que pasó más de tres meses en un centro de tortura y ocho años en una cárcel de Brasil. Las prostitutas de Lyon hablan (1975), dirigido por Roussopoulos, es un retrato de distintas trabajadoras sexuales explicando sus luchas y la persecución policial constante que sufren. Pero, lejos de mantener una actitud complaciente con el movimiento feminista, en Il ne fait pas chaud (1977), Las Insumusas se atrevieron incluso a denunciar la mala praxis de la editorial feminista Éditions des Femmes. En todos estos vídeos, la cámara, más que en un agente observador y de registro, se convierte en un dispositivo de escucha que permite a las mujeres hablar y expresarse libremente.
La exposición cuenta con la colaboración de Ca La Dona, investigadores grup CINEMA (UPF), Hamaca, MACBA, Imma Merino, Mostra Internacional de Films de Dones de Barcelona, Ros Murray, Arantza Santesteban, Marta Selva y Anna Solà, y se complementa con vídeos y documentación referentes a las Jornadas Catalanas de la Mujer y al movimiento feminista en la Cataluña de los años 70 (fotografías de Pilar Aymerich, el vídeo Boy Meets Girl (1978) de Eugènia Balcells, los textos de Mari Chordà…), así como con una serie de obras de artistas contemporáneas (Bouchra Khalili, Zanele Muholi, Eszter Salamon, Paula Valero Comín…) que entran en diálogo con la selección de archivos del centro y nos muestran que la causa feminista sigue tan vigente como en los años 70. ¿Será acaso que se trata de un tema todavía no resuelto?