Premis Goya 2024 — Jugar en otra liga
Una ceremonia donde se reivindicó el "se acabó", pero donde hubo poca presencia de mujeres entre todos los premios.
Sin quitarle ningún mérito a Juan Antonio Bayona, triunfador indiscutible de la 38 edición de los Premios Goya, y reconociendo que la presencia de mujeres profesionales fue menor de la que podría haber sido, estos Goya vallisoletanos se recordarán por haber sido el escenario escogido para visualizar un rotundo «se acabó» que lanzan las gentes del cine. Se acabó soportar abusos de cualquier tipo, en el cine y en la sociedad, se acabó callar, se acabó el miedo. No tuvo miedo Ana Belén, presentadora con los Javis de una gala bastante anodina y ligera; no tuvo miedo Susi Sánchez, vicepresidenta de la Academia en su contundente denuncia; no tuvo miedo Sigourney Weaver reconociendo que hay monstruos, pero se pueden vencer; no tuvo miedo Mabel Lozano al recoger su Goya por el corto Ava, afirmando que en Europa sigue habiendo esclavitud, pero ahora se llama prostitución.
En una gala donde La sociedad de la nieve acaparó un premio tras otro, hubo tiempo para otras reivindicaciones aunque fueran de forma muy tímida. Las guerras en Gaza y Ucrania volvieron a tener protagonismo, Almodóvar defendió el cine español y Jota Bayona afirmó que él forma parte del cine español y que el cine español puede hacer lo que quiera si se le dan los medios para hacerlo. Claro que no todo el mundo tiene a su alcance los presupuestos de los que dispone él.
En cuanto a las premiadas, destaca sin duda 20.000 especies de abejas de Estibaliz Urresola Solaguren que se llevó tres Goya: mejor dirección novel, mejor Guion original y mejor actriz de reparto para la gran Ane Gabarain.