Aitana Sánchez-Gijón — Cinco personajes para una actriz
Con motivo de la entrega del Goya de Honor 2025 a Aitana Sánchez-Gijón, repasamos la extensa carrera de la actriz (y primera mujer que fue presidenta de la Academia del Cine Español) a través de cinco de sus personajes emblemáticos en cuatro películas y una serie.
No muchas personas podrían presumir de que Rafael Alberti haya escrito un poema en su honor. Aitana Sánchez-Gijón (Roma, 1968) puede: el poema “Aitana, niña nueva” está dedicado a ella, y su madrina es, justamente, la hija del poeta, Aitana Alberti, con la que comparte nombre. En el proceso de renovación y regeneración que se llevó a cabo en el star-system del cine español a partir de los ochenta, Sánchez-Gijón ocupa un lugar privilegiado que comparte con unas pocas compañeras de profesión. Penélope Cruz, Maribel Verdú, Victoria Abril, Ariadna Gil o Emma Suárez serían, en términos generales, los rostros estelares femeninos que, junto al de Sánchez-Gijón, conformaron la nueva fisonomía del cine español de los noventa en adelante.
Hija de madre italiana y padre español, hubo siempre algo curiosamente foráneo, o no típicamente español, en su imagen como estrella. Sus pómulos altos y sus facciones armónicas, así como su pose, a la vez elegante y melancólica, evocaban la belleza icónica y distante de las estrellas cinematográficas del cine clásico. Y no sólo norteamericano; es fácil establecer comparaciones entre Sánchez-Gijón y estrellas italianas de alcance internacional como Lucía Bosé, cuya belleza sofisticada y gélida la convirtió en la misteriosa femme fatale por antonomasia del cine español del franquismo tras Muerte de un ciclista. Como Bosé, Sánchez-Gijón ha aportado a sus personajes un característico toque de distinción que la ha hecho encajar como un guante en roles de mujeres de clase alta o aristocrática, burguesas de buena posición económica, así como alguna que otra “pija” despistada. Sánchez-Gijón ha transitado, siempre, entre cine, televisión y teatro (su primera vocación), siendo estos dos últimos medios en los que se ha prodigado con más asiduidad en la última década, y los que le han proporcionado algunos de sus roles contemporáneos más populares, como el de Doña Blanca, la estricta jefa de taller de la serie Velvet.